LA DECADENCIA URBANA EN EL SUR DE GRANADA

Cuanto se habla del término “decadencia” en el ámbito urbano, lo relacionamos directamente con otros términos, por ejemplo, degeneración, podredumbre, plaga y finalmente muerte, urbana. ¿Es posible que lleguemos a presenciar un episodio de “muerte urbana”? Por supuesto, lo hemos visto hace poco en la ciudad de Detroit -USA, donde además de presenciar in situ, episodios urbanos a los que podríamos atribuir todos o algunos de los anteriores adjetivos, también se le aplica el económico, al caer en una escandalosa quiebra presupuestaria.

Pero el objeto del presente artículo no es ninguna ciudad norteamericana, sino cualquiera de los tres municipios más poblados de la costa de Granada, mi hábitat natural, donde hoy, sin lugar a ningún tipo de duda podríamos decir que son “municipios fallidos” por la nefasta y desoladora gestión económica y “de lo público”, por lo tanto, no solo desde el punto de vista económico sino también desde el urbanístico. No se puede hacer peor, solo hay que analizar y visualizar los estándares públicos para ver donde estamos y hacia donde vamos.

Empezamos por MOTRIL, es una ciudad que patológicamente ha sufrido un cáncer democrático sin parangón respecto de los otros municipios. Motril, partió hace décadas con dos hipotecas muy grandes. La primera hipoteca, un ayuntamiento, donde sucesivamente, cada responsable político que ha cogido el poder, ha cargado las nóminas municipales sin límite alguno, bien directamente en la plantilla municipal o en la extinta empresa municipal de limpieza (LIMDECO) que llegó casi a tener el mismo o más personal que el propio Ayuntamiento. La segunda hipoteca, un PGOU aprobado conforme a la antigua LOUA, con más carga ideológica que soluciones o adaptaciones a la realidad que el turismo y los distintos pilares económicos necesitaban. El resultado es desastroso, las intervenciones en espacios públicos, a excepción del centro urbano, y cuatro proyectos (ruinosos) de los fondos FEDER, han sido inexistentes y las que se han hecho no han aportado valor alguno. La zona turística, pierde valor, en el sentido de que hasta el único parque que hay en Playa Granada se deja que se arruine años y años, (aunque ahora se les eche la culpa a los jabalíes, benditos jabalíes), ni cobertura de telefonía móvil hay en Playa Granada, a duras penas se ha salvado el campo de golf, y el mantenimiento de las zonas verdes y limpieza ha sido asumido por el ayuntamiento cuando se lo endosaron a los promotores vía entidades urbanísticas de conservación, inexistente e imposible. Todo un éxito de gestión urbanística, donde desde hace tiempo se acogen desde la casa consistorial para no asumir lo que se hace, asume y costea en cualquier municipio del mundo. Igual que la carretera de acceso desde la CN-340, que en vez de conducirte a una zona turística de “lujo”, parece conducirte al fin del mundo. Que sí, todas las escusas que queráis, que no es vuestra, que es la CHG o de quien sea.

Solo hace falta ver la cantidad y calidad del visitante turístico de Motril, para adivinar que nunca se emprendió el camino correcto en el sector turístico. Una auténtica pena, de tiempo y recursos perdidos. Eso sí, el año que viene, a Fitur a seguir comiendo gambas, tal catetos en Madrid.

Parque Severiano Ballesteros en Playa Granada -MOTRIL-

En cuanto a SALOBREÑA, donde siempre se ha defendido que el turismo es la gallina de los huevos de oro, baste solo dar una vuelta por la playa, para ver como desde las instituciones públicas, se ha dejado de morir a la “gallina”. A todo animal, como a las plantas, si quieres que, de sus frutos se la ha de alimentar y cuidar. El paseo marítimo de Salobreña, lleva sin una intervención integral que lleva pidiendo a gritos, decenas de años. Y si nos vamos a la parte de atrás de la primera línea de playa, al denominado vial central, es el paradigma de la decrepitud urbana por excelencia, paseo que cuenta con el mismo albero que el que se le puso hace aproximadamente 30 años, farolas rotas, con báculos podridos, asientos destrozados y carcomidos, malas hierbas por las aceras y adoquines, árboles abandonados, es absolutamente penoso. El aguante y paciencia de los turistas y propietarios de inmuebles en Salobreña es superior al del santo Job.

Siempre se ha dicho que el valor de Salobreña es su casco antiguo, porque playa y sol hay en muchos sitios de España, pero pueblo, con esa fisionomía y atributos, solo Salobreña. Y respecto de la playa, pues tampoco es que podamos presumir, pero de pueblo si, ¿Y en que estado se encuentra el pueblo? Pues tan penoso como la playa, ya no solo por el lamentable estado de los espacios públicos, que también, sino por la dejadez absoluta por parte de los responsables municipales para que se cumpla con las ordenanzas y normativas municipales. ¡Es tan lamentable ver el estado de algunos inmuebles, de fachadas, de rincones! ¿Dónde está la labor coercitiva municipal? ¿Por qué no se actúa de oficio y/o subsidiariamente?

Cada vez que visito el pueblo, no solo veo envejecer a mis padres o a mis familiares, o a mis vecinos, también veo envejecer al pueblo, directo a una decadencia absoluta y negligente. Antes salvaba el pueblo la imagen desde fuera, después de la maldita calima, ni eso. Plan para limpiar la calima y salvar la imagen del pueblo, ni está ni se le espera. Idea gratis: bonificadle el IBI totalmente a quienes limpien las fachadas.

Por otro lado, recorrer sitios de enorme potencial turístico como el “Monte de los Almendros” y en lo que ha quedado, el penoso resultado actual, dejándose al albur de cuatro manos con intereses espurios, con una Entidad Urbanística que de facto constituye un pequeño ayuntamiento dentro de otro ayuntamiento, el de Salobreña, del que emana una más que notoria desidia de arreglar y asumir nada, la misma que lleva a que no se haya tutelado ningún tipo de desarrollo turísticos de residencial de lujo en todas las laderas contiguas hasta casi el término municipal de Almuñécar.

Calle Santa Cruz, casco urbano -SALOBREÑA-

En cuanto a ALMUÑECAR y La Herradura, era una cuenta pendiente, y este verano he tenido la oportunidad de saldarla. Algo mejor que los otros municipios, pero no libre de la “decrepitud urbana” y mira que, por tener más cercanía a Málaga, igual se le pegaba algo, pero ni por esas.  En cuanto estás unos días, te das cuenta que parece que no te han sacado un capítulo de “verano azul” (no solo en cuanto al mobiliario e inmuebles urbanos o al paisanaje urbano). Respecto a la limpieza, mucho mejor que los otros dos municipios, en cuanto al tratamiento de los espacios urbanos y mantenimiento y regeneración de los mismos, igual que los otros municipios. El caso más paradigmático en el término municipal de Almuñécar es La Herradura, ya sea como municipio o la propia Marina del Este. Si del núcleo urbano de La Herradura se tratase, el nivel edificativo es paupérrimo, pero si nos introducimos en cualquiera de las calles perpendiculares al “paseo marítimo” por llamarlo de alguna manera, es para hartarse de llorar cuando ves o transitas por el estado de dichas calles, donde habitan más los baches y agujeros que el propio asfalto. Si nos vamos a la sobrevalorada “Marina del Este” lo que vemos, no es que se ya solamente para hartarse de llorar, es que es de juzgado de guardia. Contemplar las escalofriantes edificaciones y bloques de pisos que se han construido y se siguen construyendo, y, por otro lado, una vegetación que es una auténtica selva, sin ningún tipo de mantenimiento con unas carreteras llenas de baches y quiebros, sin ningún tipo de aceras, zonas verdes o equipamientos, una auténtica jungla, además del peligro que entraña para cualquier desafortunado incendio, que por supuesto, en el estado en el que está la vegetación se lo lleva todo por delante. Todo ello, acompañado de un puerto deportivo, sin vida alguna, anodino, con edificaciones en primera línea en estado de derrumbamiento parcial. Todo un poema.

Toda ciudad, municipio, pueblo, necesita como tu propia casa, unos procesos de renovación constante, para ello se necesitan recursos, en estos municipios que he citado, se nota que los recursos se destinan o son necesarios para otra cosa. Además, se necesitan responsables políticos comprometidos, aquí pueden que lo estén, pero se ve que, con los procesos de renovación urbana, no lo están y con el turismo de calidad tampoco. Y finalmente, los funcionarios, importantísimos, porque gracias a nuestro sistema democráticos, perfectos analfabetos y analfabetas ascienden a cargos de dirección de política municipal, pero si los funcionarios de los que dependen las decisiones públicas urbanísticas, no son gente seria, responsable, y comprometidos, con el estado vital y de renovación constante que requiere un municipio, entonces poco futuro tienen estos municipios. Tan poco como ninguno.

He tenido la oportunidad de viajar estos últimos años por municipios de la costa portuguesa, por otros del propio litoral andaluz, como de la limítrofe provincia de Málaga. En cualquier playa de Portugal, por muy recóndito que esté el pueblo, a nivel de equipamiento de playas, nos coloca en el tercer mundo turístico. Desde Estepona hasta Fuengirola, es otro mundo si lo comparamos con la costa de Granada. Por ejemplo, lo que ha hecho el alcalde de Estepona y su equipo de gobierno con ese municipio los últimos años, no tiene nombre, es simplemente espectacular, ya no solamente desde el ámbito de la regeneración urbana, sino desde otros tantos, limpieza, seguridad, etc… Otro ejemplo es Fuengirola, el proceso urbanizador en la zona del Higuerón, es extraordinario, aunque esté en lo alto de un cerro y a kilómetros de la costa, tanto uno como el otro nos lleva a ver como una buena gestión pública hace que aumente el tema de la inversión privada de calidad que hace que eleve la categoría turística de dichos municipios. En los tres municipios costeros, lo único que se elevan son los salarios de sus responsables políticos y determinados funcionarios. Allí hay municipios en constante renovación, no hay manera de que envejezcan, aquí municipios que se mueren, la antítesis de lo que está pasando en la costa de Granada.

Calle acceso a Marina del Este -La Herradura-Almuñecar-

En definitiva, estamos condenados.

ANTONIO GUTIÉRREZ ALONSO

Marina del Este (La Herradura-ALMUÑECAR)

1 de agosto de 2022

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